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PERIODISMO ESPECIALIZADO

LA MODA SOLIDARIA

LA MODA SOLIDARIA En las pulseras de silicona, cada color tiene su lucha, ¿cuál es la tuya?

L.FERNÁNDEZ ESPINOSA/C.LIMIA AMOR/J.M.PADILLA/UPV-EHU.

Sin publicidad. Así es como se han convertido en el complemento estrella de esta primavera. Pulseras amarillas, rojas, azules o cruzadas. Todo con un único fin: el ser solidarios.

Hace poco más de un año, Lance Amstrong comenzó la moda de los brazaletes de la solidaridad. Tras superar un duro cáncer, el sexta campeón del Tour de Francia lanzaba al mercado unas pulseras amarillas a favor de la fundación que él mismo preside. No hicieron falta promociones, ni spot televisivos, ni cuñas de radio. La moda de la pulsera contra el cáncer se extendió a través del boca a boca. Los amantes del ciclismo comenzaron a hablar de una pulsera que llevaba Lance y de ahí,.. ¡a los mercadillos!
En este primer año se han vendido 40 millones de pulseras lifestrong (fuerte vida) en más de 50 países. Una iniciativa que ha servido de ejemplo para otras organizaciones no gubernamentales, que han visto en las pulseras una fórmula rápida de obtener beneficios para sus proyectos.
La propia Nike, productora de la muñequera de Amstrong lifestrong, ha sacado al mercado las pulseras contra el racismo. Una iniciativa promovida por organismos internacionales del mundo del fútbol, después de la polémica surgida entre el seleccionador nacional Luís Aragonés y el jugador francés del Arsenal, Thierry Henry. Con el lema Stand up Speak up (Levántate y di basta) dos pulseras entrelazadas blancas y negras, representan la repulsa de este deporte contra los gritos racistas sucedidos en los campos de fútbol en estos últimos tiempos contra jugadores como Etoo o Ronaldinho.
Pero éstos no son los únicos. David Bekham ha cedido su imagen a la casa Addidas para promocionar las pulseras azules contra el abuso infantil en los colegios británicos. Y sin ir más lejos, periódico deportivo Marca distribuyó entre sus lectores la roja a favor de la candidatura olímpica de Madrid 2012.
Las hay naranjas contra el hambre, azules contra las víctimas del tsunami, rojas contra el sida,… Un amplio abanico de colores dispuestos a ayudar a quienes más lo necesitan.

¿Solidaridad o negocio?
Las llevan Ronaldinho, Pujol, Figo, Roberto Carlos o Luque; se compran por Internet o en locales autorizados, y su fin es la lucha contra las injusticias. Sin embargo, ya han salido los primeros interesados que pretenden sacarle partido a la solidaridad.
En España la exclusividad de su venta la tienen las tiendas Nike y Foot Locker, que a precio de un euro ofrecen pulseras lifestrong, antirracistas o contra el abuso infantil. Sin embargo, páginas en Internet ofrecen las mismas pulseras a precios desorbitados. Algo nos hace pensar que los beneficios no irán a parar a los afectados del Tsunami o del cáncer que proclaman sus lemas.
Pero la Web no ha sido la única en aprovecharse de esta moda solidaria. Los mercadillos semanales se han apuntado a la moda de las pulseras de colores, ¡y no solo con falsificaciones!
Colegios e institutos se han llenado de muñecas adornadas con pulseras de muy diversos colores con lemas tan disparatados como: “fashion-power” o las “cuñado-power” . Ahora te toca a ti decidir de qué bando estas, ¿cuál es la tuya?

Cada color, una causa
Amarilla: Pionera. Contra el Cáncer, impulsada por el ciclista estadounidense Lance Amnstong.
Azul: Contra el abuso escolar, representada por una banda de plástico azul con el lema "Aniquila el abuso"; para la cuál .David Beckham ha prestado su imagen.
Negra & Blanca: Contra el racismo. Dos pulseras entrelazadas, una negra y otra blanca.
Roja: A favor de la candidatura olímpica Madrid 2012. Distribuida por MARCA y Apoyada por el propio alcalde madrileño Ruiz Gallardón.
También ha salido al mercado una pulsera de este mismo color para secundar la lucha contra el Sida, promovida por la Fundación Mercury Phoenix.
Naranja: Contra el hambre.
Celeste: A favor de las víctimas del Tsunami.
Rosa: Cáncer de mama
Blanca & Roja: Contra la explotación infantil en el mundo.